En éste primer trabajo, se expondrá una actividad de
comunicación oral en el aula. Para esto, debemos tener en cuenta que el tema y
la edad de los alumnos es muy influyente en función del tema a tratar, al igual
que el momento evolutivo en el que se encuentra la clase.
Como todo en la vida, la situación de aula no puede ser
perfecta, pues no dejan de ser niños, y todos sabemos que no van a actuar
siempre de la manera que se quiere, por lo que debemos tener en cuenta que en
este grupo encontraremos tanto niños participativos, como niños tímidos, como
niños que no respeten, no participen, no escuchen, no hablen, hablen demasiado,
interrumpan, antepongan su punto de vista…etc.
Por tanto, el objetivo primordial de ésta actividad será que
todos y cada uno de ellos trabajen por igual la comunicación.
CURSO Y TEMA:
La idea es la de trabajar a través de un diálogo con alumnos
de 4º de Primaria, ya que considero
que a esa edad los alumnos son más o menos autónomos, tienen cierta capacidad
reflexiva, son capaces de reconocer sus emociones y las de los demás.
El tema que quiero tratar es el de las “diferencias” entre hombres y mujeres, de manera que la intención
es que al principio saquen argumentos como “las niñas con más lloricas”, “los
niños son unos brutos”…etc. Siendo la intención que entre ellos vayan
corrigiendo su mentalidad con las preguntas claves que les hagan reflexionar
sobre lo que dicen, para tocar el tema final de interés, que es la igualdad de género.
Con este tema lo que se intenta es prevenir actuaciones
desafortunadas en cursos superiores, pues por experiencia sabemos que se pueden
dar situaciones donde niños y niñas se metan unos con los otros. Así, les
haremos reflexionar sobre sus propios actos y sobre cómo solucionar esos
problemas.
CONTEXTO:
La actividad se realizará en la clase particular, donde
están acostumbrados a estar y con los alumnos con los que están acostumbrados a
pasar el día, es decir, no juntaremos clases.
Antes de realizar la actividad, se les avisaría previamente,
por ejemplo: “Chicos, mañana vamos a hacer una actividad donde hablaremos sobre
un tema que os voy a proponer” y les comunicaremos la mecánica de cómo se
llevará a cabo, para que vayan preparados. Motivando a los alumnos de alguna manera, pues
será una actividad que rompa con la rutina del día a día.
Cuando llegue el día de la actividad, se volverá a recordar
la dinámica de la actividad.
Para esto, debemos hacerles saber que tienen la posibilidad
de expresarse libremente, sin miedo, tengan la idea que tengan, siendo en todo
momento honestos y respetando, se esté de acuerdo con lo que se diga o no, a
los compañeros, tanto con sus argumentos (aunque no se compartan) como con el
turno de palabra, el tono a utilizar con ellos…etc. Y por supuesto, lo mismo
ocurrirá con el maestro.
ACTIVIDAD:
Para hacer la actividad de una manera distinta, si en la
clase están colocados por parejas o en solitario, explicaremos que antes de
comenzar moveremos las mesas en forma de “U” o en círculo para que todos nos
podamos ver, o haremos un círculo en el suelo, o cogeremos las sillas y nos
sentaremos en círculo…etc. Esto se vería en función de la preferencia de los
alumnos, de la comodidad del aula y de las características que el espacio
posea. Con esto, podemos conseguir un clima óptimo para trabajar, donde
evitamos que los alumnos se distraigan. Para ello, debemos evitar situar a
aquellos niños y niñas que se distraen fácilmente al lado de estímulos que no
les dejen concentrarse adecuadamente, como otros alumnos específicos, ventanas,
carteles…etc. Esta acción no se llevará a cabo hasta explicar las normas.
NORMAS:
Antes de nada, es nuestro deber hacer entender a los alumnos
que son muchos, y que si queremos enterarnos de la actividad, pasárnoslo bien y
que la clase no se convierta en un caos, que ni ellos ni los maestros
aguantamos, se deben seguir una serie de normas de convivencia y una serie de
comportamientos, siendo indispensable que se lleven a rajatabla.
(Se lo explicaremos así, pero debemos ser realistas y saber
que el aula no va a estar tan controlada como si de adultos se tratasen, por lo
que algunos alumnos se van a despistar, y eso es innegable, por lo que cuando
ocurra debemos saber reconducir la actividad.)
Antes comenzar la actividad, estaría bien que entre todos
decidamos las normas a seguir, para que ellos argumenten aquellas normas
básicas que consideran necesario para realizar una actividad oral, y en el caso
de que no se les ocurran algunas que los maestros consideramos cruciales les
ayudaremos a dar con ellas.
NORMAS:
Si todo sale bien, las normas pactadas quedarían en algo
como esto:
- Ser respetuosos los unos con los otros
- Levantar la mano para hablar
-
Esperar a que el maestro de turno de palabra
-
No interrumpir
-
No hablar mientras otros compañeros están
hablando
-
No levantar el tono de voz
-
Hablar de forma clara
-
Mostrar actitudes adecuadas (no levantarse sin
permiso, no molestar a los demás…etc)
-
Ayudar a los compañeros
-
Escuchar tanto a los compañeros como al
profesor.
-
No hace falta pensar como los demás, pero hay
que respetar las opiniones de todos.
Iremos apuntando las normas en la pizarra o en algún sitio
donde se vea bien. Esto se puede hacer el día anterior a la actividad, para
repasarlas justo antes de empezar, o en el mismo día.
DESARROLLO DE LA
ACTIVIDAD:
Una vez que los alumnos estén colocados y se hayan movido un
poco para concentrarse en la tarea, se introducirá el tema a dialogar a través
de preguntas para evaluar los conocimientos que tienen los alumnos sobre el
tipo de personas que nos podemos encontrar, aunque en éste caso, al tratarse
solo de dos sexos es fácil.
Para enrevesar un poco la actividad hasta que salgan los
conceptos de hombre y mujeres, a modo de LLUVIA DE IDEAS, que no es la
actividad a tratar, vamos a pedir a los alumnos que se miren unos a otros y que
digan las diferencias que encuentran entre ellos: rubios, morenos, bajitos,
altos…etc. Estas diferencias se irán apuntando en la pizarra para que se
despisten y sigan pensando que eso es lo que se les está pidiendo. Así hasta
que den con el “kit” de la cuestión: hombres y mujeres, niños y niñas, chicos y
chicas.
La pregunta que utilizaremos para ello será del siguiente
estilo:
“Ahora que os veis entre todos, ¿podríais decirme
diferencias que encontréis entre vosotros?”
Después, realizaremos otra lluvia de ideas, lo cual repito
no es la actividad que interesa, contestando a lo siguiente:
“¿Qué diferencias encontramos entre los hombres y las
mujeres?”
Con esta pregunta, dividiremos la pizarra en dos partes, una
para hombres y otra para mujeres, donde iremos apuntando las ideas que vayan
saliendo, siguiendo la dinámica de lluvia de ideas, que, repito, no es la
actividad a redactar.
Una vez que ya tenemos claro de qué conceptos estamos
hablando, realizaremos las siguientes preguntas
de andamiaje, que son aquellas que se hacen para animar la continuidad del
diálogo, y así poder guiar a los alumnos
en función de lo que queremos que respondan, para así llegar al objetivo final.
Además de esto, estas preguntas servirán también para dirigirles por pautas, o
evitar silencios.
Preguntas:
-
¿Hay mujeres brutas?
-
¿Hay hombres sensibles?
-
¿Qué otras cualidades compartimos entre hombres
y mujeres?
El objetivo es que los alumnos cambien su mentalidad de que
hay características específicas para cada sexo, y que somos todos iguales,
siendo solo nuestros órganos reproductores lo que nos diferencia.
Cuando hayan comprendido esto, podremos preguntar lo
siguiente:
-
¿Está bien meterse con una persona por poseer
unas cualidades que SE SUPONE que no debe tener por ser mujer u hombre? (Esta
pregunta necesitará de una explicación con ejemplos, como cuando se meten con
un chico porque le gusten las muñecas)
Otras preguntas podrían ser:
-
¿A alguno le ha pasado que se hayan reído de él
mismo o de un conocido por temas como estos? U, ¿Os acordáis de casos en los
que se den estas situaciones? ¿Cuáles?
-
¿Cómo creéis que es la manera correcta de
actuar?
De esta manera, evitaremos problemas de este tipo, que están
presentes en el día a día de nuestros alumnos.
Todas estas preguntas deberán ser contestadas por todos los
alumnos, o al menos la mayoría, donde expliquen sus opiniones y las
justifiquen.
No se pasará a otra
cuestión si no se ha exprimido totalmente el jugo de cada una de las preguntas.
Si se dan casos en los que los alumnos hablen de situaciones
como: “Pues un día les dije a mis amigos que me gustaban las Bratz y se rieron
de mi” y los alumnos levantan la mano, como figura de moderador, debemos
preguntarles “¿Vas a hablar de lo que ha
dicho Pepito o sobre otra cosa?”, pues así evitaremos que cada uno hable
sobre sus propios asuntos, que luego podrán sacar a relucir, y exprimir las
opiniones de todos acerca de cada situación. Es decir, hasta que no se acaba un
tema, no se empieza otro.
Luego, les mostraremos a los alumnos esta imagen, y les
preguntaremos sobre qué bebé creen que es niño y cuál es la niña.
Después, se les planteará que, cuando somos bebés, que no
tenemos consciencia de nada, y mucho menos de si somos hombres o mujeres y de
lo que nos gusta, lo que no, cómo somos…etc, nos colman desde ese primer
momento con objetos, juguetes o colores destinados y preestablecidos para este
sexo.
Es decir, a los niños siempre les dan cosas azules, les
apodan campeón y cosas por el estilo, mientras que a las niñas les dan cosas
rosas, les apodan princesitas, les tratan con menos brusquedad…etc.
Tras concluir este tema, les mostraremos la siguiente imagen,
con el fin de provocarles reacciones:
En la primera se puede ver como los niños juegan a los
cochecitos, construcciones, como predomina el color azul…, mientras que las
niñas juegan a las cocinitas, a las muñecas y predomina el color rosa.
Pregunta: “¿Qué os sugiere ésta imagen?
Después, para que realicen una comparativa, enseñaremos esta
otra, donde se rompen estos estándares:
Pregunta:
-
¿Qué opináis sobre la primera imagen? ¿Y sobre
la segunda?
Como últimas imágenes se pondrán las siguientes:
Nada más enseñar esta imagen, se realizará la siguiente
pregunta: “¿Cuántos niños y cuántas niñas hay?”. De esta manera, esperamos que
los niños nos contesten que hay 4 niñas y 2 niños, cuando EN REALIDAD, hay 3
niños y 3 niñas, solo que uno de ellos se siente niña, y tiene preferencia por
vestir “como una niña”.
Tras explicarles esto, les preguntaremos a los alumnos que qué les parece, y si conocieran algún caso se hablaría del mismo hasta agotar el tema por completo.
También les enseñaremos la foto del hijo de Will Smith, que
hizo una campaña utilizando vestidos para normalizar este hecho, y les
preguntaremos qué les parece.
Y de esta manera, llegaríamos a las conclusiones a las que hemos llegado, siendo libres cada alumno de opinar en función de su ideología.
Y de esta manera, llegaríamos a las conclusiones a las que hemos llegado, siendo libres cada alumno de opinar en función de su ideología.
Habrá alumnos a los que les parezca bien y otros a los que
no les guste o no lo entiendan, y, a pesar de que esto suceda, debemos decirles
al resto que no es necesario compartir todos la misma opinión, pero sí
respetarlas todas.
PAPEL DEL PROFESOR:
El profesor realizará un papel de moderador, dando turno de
palabra, redirigiendo los diálogos, guiando la actividad cuando decae,
insistiendo cuando los alumnos se limiten a opinar igual al resto, manteniendo
un ambiente favorable en que todo el mundo se escuche y respete el turno, para
intentar sacar más jugo al asunto, preguntando sobre las opiniones de los
demás, de manera que se dialogará sobre las mismas…etc.
En cuanto a la estructuración de tiempos y turnos de
palabra, será dirigido por nosotros como profesores, ya que somos la persona
encargada del aula. Pero nuestro papel fundamental no es el de dirigir los
turnos de nuestros alumnos, sino procurar que el diálogo, que NO ES UN DEBATE y
por eso no se debe dirigir como tal.
En cuanto a la temporalización, la actividad está planteada
para que se pueda realizar en el tiempo que dura una sesión de la asignatura de
Lengua, y obviamente, seremos los responsables de controlar que el tiempo no se
nos vaya de las manos, pues ya sabemos cómo es la actividad y mediremos los
tiempos en función de la misma.
¿QUÉ HACEMOS CON LOS
NIÑOS “PROBLEMÁTICOS”?
Como ya he dicho, cada niño es un mundo y tiene una
personalidad característica, por lo que si nos encontramos con casos a los que no
les guste la actividad, porque no les apetece escuchar, o sean tímidos y no
quieran hablar ni colaborar o lo que sea, debemos saber solucionarlo, pues
ellos también deben participar.
Si nos encontramos en una situación en la que un alumno es
tímido, en primer lugar debemos saber la razón de por qué es tan tímido, pero
si no podemos hacer nada por solucionarlo, algo que puede ayudarle es colocarle
cerca de sus amigos, o inventar algún recurso antes de realizar la actividad,
como un gorro que se colocarán encima de la cabeza para hablar, o un micrófono,
o en definitiva algún objeto que les motive a todos, en especial a los niños
tímidos, para que quieran tener dicho objeto y se animen a hablar. Además, esto
ayudará a respetar los turnos.
Cuando nos encontremos en una situación en la que haya niños
difíciles de controlar, porque sean más inquietos o por lo que sea, lo cual les
lleva a no respetar demasiado a sus compañeros, a no escuchar y a hablar
continuamente, debemos saber la manera en la que actuar, intentando siempre que
siga con la actividad.
Para ello, debemos sentar a ese alumno cerca de nosotros,
los profesores, para tenerle más controlado, y lejos de los niños que le pueden
disipar, además de alejarle de estímulos que le puedan distraer, como la ventana,
la puerta, objetos, carteles…etc.
Si creemos necesario, le recordaremos de manera individual
las normas, y nos las ingeniaremos para que nos prometa que se va a portar muy
bien, con algún refuerzo positivo, como dejarle elegir algo que le haga ilusión
en clase, algún juguete para el patio…etc, y haciéndole ver que si lo hace mal
también tendrá castigos.
Como seguramente estos niños no hagan caso a la primera,
porque son niños, podemos utilizar técnicas que deben trabajar durante el
curso, como un sistema de avisos, en donde la profesora va poniendo avisos en
la pizarra con rayitas, siendo 3 el máximo de oportunidades.
Cuando llegue al tope de avisos, le llevaremos a algún
rincón de la clase, como “el rincón de la calma” o algún espacio preparado para
ello, dentro del aula, para que al menos escuche, y si aun así sigue molestando
le llevaremos a otra clase. Pero esta última opción se reservará para
situaciones verdaderamente desesperantes. Y por supuesto, se informará a los
padres.
No debemos informar a los padres solo de las cosas malas,
sino también de las buenas: comportamientos, argumentos, mentalidad,
acciones…etc.
Para realizar este tipo de acciones, debemos conocer a los
alumnos, pues así sabremos por dónde tirar, y qué estrategias serán más efectivas,
en función de sus personalidades.
Además es importante reforzar las intervenciones de manera
positiva cuando los alumnos más “problemáticos” lo hagan correctamente, pues
eso les ayudará a confiar en sí mismos y a saber que lo están haciendo bien.
Entiendo que, puede parecer injusto que a algunos alumnos se
le ofrezcan ventajas o desventajas, pero como bien sabemos, hay una serie de niños y niñas que a veces nos ponen en
situaciones límite como maestros, y es muy difícil hablar de este tipo de
alumnado sin antes conocerlo, pues solo conociéndoles sabremos “manipularles”
para que se porten como nosotros queremos que se porten. Así que este tema es
muy subjetivo.
Otra cosa que podemos hacer es pactar con ellos, de
antemano, cómo debe ser su comportamiento y qué pasará si al final no resulta
así. Esto no sólo se haría con ellos, sino con toda la clase. De esta manera
todos tendrán compromisos que cumplir, y habrán sido ellos los que eligen el “castigo”
que deberán cumplir, como hacer ejercicios extra, o recoger el aula después…etc.
Personalmente, yo intentaría que estos castigos no tuvieran
que ver con quedarse sin recreo o estar fuera de clase, pues no me parecen
castigos de provecho para ellos, ya que se pierden otras cosas que son
beneficiosas.
¿CÓMO EVALUAREMOS LA ACTIVIDAD?
Personalmente, considero que además de observar, debemos
apuntar aquello que vemos para que no se nos olvide, pues la memoria falla, y
creo que las rúbricas de evaluación pueden sernos de gran ayuda. Por ello,
prepararemos unas tablas que recojan información que nos interese en base a
esta actividad, como las siguientes, calificando los ítems del 1 al 4, siendo
el número 1 el nivel más bajo, y el 4 el más alto:
1
|
2
|
3
|
4
|
|
Respeta los turnos de palabra
|
||||
Respeta las opiniones de sus compañeros
|
||||
Se expresa con claridad
|
||||
Realiza aportaciones relevantes
|
||||
Utiliza una buena postura para hablar
|
||||
Utiliza un volumen adecuado*
|
||||
Pronuncia las palabras correctamente
|
*Al lado del apartado de “utiliza un volumen adecuado”
podemos apuntar si se trata de un volumen bajo o alto.
Después preguntaremos a los alumnos si les ha gustado la
actividad, anotando en la pizarra lo que vayan diciendo, y en base a las
respuestas y al comportamiento de los alumnos, nos plantearemos volver a
realizarla.
De todas formas, estoy segura que la actividad saldría muy bien si seguimos las pautas anteriores y logramos motivar adecuadamente a todos los alumnos. Así que... ¡A TRABAJAR PARA QUE SALGAN DE CLASE IGUAL DE CONTENTOS QUE FRED Y GEORGE!
BIBLIOGRAFÍA:
Apuntes de la asignatura
https://recursosdidacticosparaimprimir.blogspot.com.es/2015/05/rubrica-de-exposicion-oral.html
15/02/2018
Sentido común
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