lunes, 25 de abril de 2016

CORRECCIÓN 1. ADAPTACIÓN "El hombre de la piel de oso" (Cuento folklórico)

En esta entrada, voy a hacer una adaptación sobre un cuento que se titula “El hombre con la piel de oso”, enfocado a niños de 6 años.


Para quien no lo conozca, es un cuento sacado de los libros de los hermanos Grimm, el cual podéis leer en la siguiente página, o bien lo podéis buscar en sus libros. (Teniendo cuidado de que al mirar sus libros no sean adaptaciones, sino que sean traducciones, de manera que lo podréis leer tal y como lo contaron ellos).

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ale/grimm/el_hombre_de_la_piel_de_oso.htm

Los grandes clásicos de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. Sus adaptaciones suelen responder con bastante fidelidad a las versiones recopiladas inicialmente y, por ello, son los textos más estudiados y más utilizados en la educación de los niños.

Jacob (1785-1863) y Wilheim (1786-1859) Grimm, procedían de familia asentada; recibieron una rígida educación religiosa, se les inculcó el amor a su patria y el respeto a sus instituciones y gobernantes. Estudiaron derecho y alcanzaron fama en el terreno científico, pero lo que les llevó al éxito fueron sus Cuentos del Niño y del Hogar. El papel de los hermanos Grimm es fundamental en la historia de los cuentos de hadas, ya que crearon una de las recopilaciones más importantes del mundo con un primer afán meramente censervacionista, fruto de su ideología romántica y nacionalista.

La primera selección se publicó en 1812, pero siguieron haciéndose versiones y adiciones hasta mitad del siglo XIX. La recopilación final llegó a tener 200 historias. Los hermanos Grimm eran historiadores muy precisos al redactar los cuentos de hadas y muy respetuosos con las tradiciones populares. En la primera edición, fueron fieles a las fuentes orales tratando de realizar la más grande recopilación de cuentos folclóricos alemanes (aunque el tiempo ha demostrado que sus relatos son más europeos que meramente germánicos); posteriormente, a partir de la 3ª edición, los Grimm acabaron adaptando los relatos al gusto y conveniencia de su público más fiel que era el infantil (niños de a partir de 8 años): finales felices, sustitución de horribles castigos por otros menos impactantes, eliminación de elementos morbosos...

El objetivo original que perseguían, a través de su labor investigadora de recopilación de los cuentos populares y de otros trabajos lingüísticos y literarios, era el de devolver al pueblo alemán su lengua, su gramática, su historia y su tesoro léxico. Su literatura era para todos los públicos: no se dirigía al niño, al adulto o al anciano concretamente, sino que se trata de una literatura colectiva del pueblo para el pueblo.

Aun así, sus cuentos tuvieron mayor aceptación entre los niños y se tuvieron que llevar a cabo modificaciones en el estilo, forma y contenido. Las adaptaciones, hechas en su mayoría por Wilhem, ya que Jacob se oponía, se producían cada vez más pensando en los niños y así salió una nueva edición en 1819.

Pero lo que culminó en una auténtica literatura infantil fue la tercera edición, que supuso el comienzo del “género Grimm” o género típico alemán. Los Grimm tienen dos características que diferencian los suyos de otros cuentos adaptados y los hacen idóneos para el público infantil: una visión optimista muy marcada (ya que el desenlace es casi siempre satisfactorio) y un proceso muy sencillo de identificación con el héroe, que permite que el niño quiera convertirse en el protagonista.

Los cuentos fantásticos recopilados y adaptados por los hermanos Grimm se mueven en el terreno del mundo mágico y maravilloso, un mundo que no tiene nada que ver con la realidad y que no conoce para nada los conceptos de espacio y tiempo.

Para más información, os dejo el siguiente enlace:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/grimm.htm

Dicho esto, comenzaré mi propia adaptación de "El hombre de la piel de oso". 

¡ESPERO QUE OS GUSTE!

Érase una vez, un joven llamado Eren, la cual vivía en una pequeña cabaña adentrada en un bosque. Eren no tenía familia y llevaba viviendo allí solo desde que tenía memoria, pero se las apañaba bastante bien, solo que se sentía muy solo.

Como siempre había pasado toda su vida en esa cabaña, decidió que igual era hora de cambiar de vida, ya que se aburría mucho sin nadie con quien hablar, y decidió ir al pueblo más cercano para buscar trabajo.

Una vez allí, recorrió el pueblo en busca de algún oficio, pero por desgracia, todos los trabajos del pueblo estaban cogidos, ya que era un pueblo dedicado al cultivo, y cada familia cultivaba una cosa: Los Martínez cultivaban patatas, los Vadillo cultivaban tomates, los Codesal lechugas… por lo que, al no permanecer Fosca a ninguna familia, no los habitantes del pueblo no la querían dar trabajo.

Eren, al sentirse rechazado por todas las familias del pueblo, volvió al bosque, y antes de llegar a su cabaña, se sentó en una roca grande, la cual estaba sobre las aguas de un riachuelo y comenzó a llorar, ya que él, aparte de querer un trabajo, lo que siempre había querido es tener una familia, porque desde bien pequeño ha vivido solo.

Mientras Eren lloraba, éste pudo escuchar cómo una voz bastante aguda le preguntaba que qué le pasaba. Al darse cuenta, Eren se secó las lágrimas de los ojos, y miró a su alrededor, pero no vió a nadie, por lo que pensó que la voz que la hablaba eran imaginaciones suyas, pero acto seguido volvió a escuchar la misma voz aguda:

- ¡Aquí abajo! ¡Sobre tu pierna! – dijo la voz

Eren miró su pierna y efectivamente, ahí había algo, ¡UNA MOSCA DE COLOR VERDE RUBÍ!

La mosca, le preguntó que por qué lloraba y él le explicó la situación, a lo que la mosca dijo:

- ¡Pues es tu día de suerte! -dijo la mosca- me llamo Mosca, y soy una mosca mágica. Como he visto que tu corazón es puro y tus intenciones buenas, puedo concederte tres deseos.

- Deseo una familia, dinero y…

- ¡ESPERA!-interrumpió la mosca- antes de concederte los tres deseos, tengo que advertirte que tendrás que pasar una prueba. ¿Aceptas?

Eren se lo tuvo que pensar un momento, ya que no tenía ni idea de que prueba iba a ser, pero como no tenía nada que perder, aceptó.

- Perfecto –dijo Mosca- la prueba consistirá en lo siguiente: ¿Ves esa piel de oso que hay al otro lado del rio? -Eren asintió- Pues debes ponértela a modo de capa. En estas pieles, hay un bolsillo mágico, donde cada vez que metas la mano, sacarás toooooodo el dinero que desees. Además de eso, hay tres condiciones más: no podrás lavarte, ni arreglarte, ni peinarte; no podrás dormir en el mismo sitio más de una noche, y deberás encontrar el amor verdadero.

Eren parecía conforme con las instrucciones, pero Mosca aún tenía más condiciones:

- Si no lo consigues, te convertirás en mosca, como yo, y no podrás volver a tu forma humana nunca más.

Aunque esto último no le hizo muchas gracia a Eren, ya que no quería pasarse el resto de su vida con forma de mosca, preguntó:

- ¿Durante cuánto tiempo debo estar vestido de oso, sin poder asearme, sin dormir en el mismo sitio más de una noche y buscando el amor verdadero?

- Durante 5 años- respondió Mosca- ¿Es demasiado para ti?

- No, no, está bien, acepto.

- Bien, dentro de 5 años nos reuniremos aquí, y si has superado la prueba, te concederé los tres deseos.- Mosca alzó el vuelo desde su pierna hasta su nariz y le dijo en tono serio- Debes saber, que si mientes lo sabré, ya que te estaré observando durante ese tiempo.

Eren le prometió que cumpliría con todas las condiciones, ya que deseaba con todo su ser poder tener una familia, un trabajo, y el suficiente dinero para poder vivir cómodamente.

Mosca, sin decir nada, levantó el vuelo, y mientras se alejaba volando, gritó “Ponte la piel de osoooooo” mientras desaparecía entre los árboles.

Acto seguido, Eren se acercó a la piel, se la puso y quiso probar a ver si era cierto que de los bolsillos podía sacar dinero, así que metió la mano en el bolsillo y… ¡EFECTIVAMENTE! Sacó un puñado de dinero, el cual llevó a su casa y lo guardó.

Como podía sacar todo el dinero que quisiera, decidió que se recorrería el mundo, ayudando a las personas que lo necesitaran, y así lo hizo
.
Al principio, como daba dinero a todo el mundo, se ganó el afecto de todo el mundo. Todos le invitaban a comer, a cenar, a dormir en sus casas..etc.

Cuando pasaron 6 meses, el olor era soportable, y sus pintas, a pesar de notarse que no se aseaba, ya que olía mal, tenía el pelo super descuidado, las ropas sucias… la gente le seguía adorando, ya que ayudaba a todas y cada una de las personas que se encontraba, aunque a pesar de eso, ya no le ofrecía cobijo tanta gente, pero sí mostraban mucho su agradecimiento y con eso Eren estaba satisfecho, ya que saber que estaba ayudando a tantas personas era una sensación que le gustaba mucho.

Pasados 3 años, la situación cambió radicalmente. Eren estaba tremendamente asqueroso, le se pegaron las ropas a la piel debido al sudor, le seguían las moscas, tenía el pelo muy largo y enredado, la gente huía de él, y algunos hasta le tiraban piedras, ya que estaba tan tan tan feo, que daba la impresión de que fuera una horrible bestia, pero seguía ayudando a todo aquel que podía, a pesar de lo mal que le trataban.

Con el tiempo, nadie quería estar cerca de él, aun sabiendo que Eren podría ayudarles. Ya nadie le ofrecía cobijo, sino que tenía que dormir en la calle, buscando cualquier rincón que le sirviera, y nunca repitiendo de sitio, y a la hora de dar dinero, tenía que dejarlo en un sitio, alejarse y gritar a las personas a las que quería ayudar para avisar de que había dejado el dinero lejos de él. Después, se marchaba, sin esperar a que le gritaran dándole las gracias, pero NUNCA dejó de ayudarles.

Fueron pasando los días, y una noche encontró cobijo en un molino que parecía abandonado, debido a su pésimo estado, ya que se encontraba casi destruido, no funcionada y estaba muy sucio. Al parecer, no había nadie dentro del molino, pero mientras que Eren buscaba un rinconcito agradable donde dormir, escuchó a llorar a una persona.

Cuando se acercó, encontró un señor llorando. Al acercarse, el señor preguntó:

- ¿Quién anda ahí?

- Me llamo Eren, no te asustes por favor.

- ¿Por qué iba a asustarme?

Cuando Eren tuvo la oportunidad de verle la cara, y descubrió que el señor era ciego. Por eso no se asustó al verle. Aunque por sus gestos, pudo percibir como notaba su mal olor.

- ¿Por qué lloras?- le preguntó Eren.

El señor le explicó que su situación familiar iba fatal, ya que el molino se había roto, que no podía conseguir trabajo, y que no podía alimentar a su hija porque no tenía dinero y no sabía qué hacer.

- ¡No te preocupes! Yo te puedo ayudar.

- ¿Cómo me vas a poder ayudar? Por tu olor deduzco que tampoco tienes mucho dinero. Si lo tuvieras podrías asearte y no tener que adentrarte en molinos viejos e inútiles.

Al decir esto, Eren la explicó su situación. Le contó lo que le pasó con Mosca y que no se podía asear. Además de decirle que no podía dormir en el mismo sitio y que debía encontrar el amor verdadero.

El señor, no se lo podía acabar de creer, así que pare demostrárselo, Eren metió la mano en el bolsillo y sacó dinero suficiente como para arreglar el molino.

El señor, como era ciego, cogió el dinero con sus manos, lo olió y se aseguró de que verdaderamente era dinero.

Tras esto, se puso a llorar de alegría y le dijo que no tenía palabras de agradecimiento suficientes, así que, le invitó a su casa a cenar, y a que se quedara, solo por una noche, como debía ser, a dormir.
Eren, aceptó, emocionado también, puesto que le hizo mucha ilusión que por fin alguien se portara bien con él, así que muy agradecido, se dejó guiar por el señor, que le llevó a una pequeña casita, muy humilde, donde le presentó a su hija, Emma, una joven de su edad, de pelo negro y ojos color aceituna.

Eren, al verla, pensó que era la mujer más hermosa que jamás había visto, y se enamoró al instante.
Durante la cena, conversaron los tres, y pasaron una noche muy divertida, donde se contaban sus vidas, se reían e incluso jugaban a juegos de mesa.

A Eren le sorprendió que a pesar de su olor y su aspecto, Emma le hubiera aceptado tan bien, así que se lo preguntó, y Emma le respondió que su padre la había educado de manera que no debía juzgar a nadie por su aspecto ni olor, sino que se debe conocer a las personas.

A medida que pasaban las horas, Eren cada vez se enamoraba más de Emma, ya que era una chica que tenía muy buen tema de conversación, era inteligente, era divertida… lo tenía todo. Y al parecer, Emma también se sentía muy a gusto con Eren.

Al acabar la noche, cuando se fueron a dormir, Eren salió al jardín en busca de una piedra, a la que luego, con unos utensilios que habían en la casa, la dio forma de corazón.

A la mañana siguiente, antes de irse, se despidió como es debido de la familia, dejándoles un montón de dinero que sacó de su bolsillo, lo suficiente como para que pudieran vivir una vida cómoda y que no les faltara de nada, y  antes de irse, le enseñó a Emma la piedra que había tallado la noche anterior, y la rompió por la mitad, quedando un corazón partido.

- Emma, te doy esta mitad de la piedra, y me voy a quedar yo con esta otra. Como aún me quedan 2 años más para acabar de cumplir el pacto con Mosca, volveré aquí a por ti, a pedirte que seas mi esposa y que te cases conmigo. Guarda la mitad del corazón, y si cuando vuelva aceptas, me harías el hombre más feliz del mundo.

 A Emma este detalle le hizo mucha ilusión, y le prometió que le esperaría, a lo que Eren, con su horrible apariencia, se marchó y prosiguió viajando, ayudando a la gente, y buscando lugares donde dormir.

Pasados los 5 años, volvió al lugar donde se encontró con Mosca, ya que, a pesar de haberlo pasado mal, había cumplido con su promesa.

Cuando llegó a la gran roca que estaba al lado del riachuelo, se encontró con que efectivamente ahí estaba la mosca, posada tranquilamente sobre una flor que había crecido al lado de la roca.

- He vuelto, y he hecho exactamente lo que me pediste. –dijo Eren, orgulloso.

- Ya veo, te he estado siguiendo y efectivamente no me has engañado. Ya puedes quitarte la piel de oso y asearte, pero antes, debes decirme que 3 deseos quieres que te conceda.

- De acuerdo –dijo Eren muy contento- Para empezar, deseo que me limpies y me devuelvas a mi estado natural, es decir, a como me encontraste la primera vez que me viste.

Acto seguido, Mosca movió las alas, y las ropas y la apariencia de Eren cambiaron al instante, dejándole exactamente como le encontró.

- Gracias –dijo Eren- para mi segundo deseo, voy a pedir un bonito carro, con un caballo blanco de negros y largos cabellos.

Y efectivamente, tras el aleteo de alas de Mosca, Eren tenía ante sus ojos el carro de sus sueños, con el caballo más bonito del mundo.

- Y por último, deseo salud y felicidad para mí y para los que me rodeen, es decir, para mis seres queridos.

Mosca aleteó las alas una vez más. Esta vez no hubo cambios en el aspecto de Eren, ni vieron aparecer ante sus ojos nada, simplemente Eren notó cosquilleo en la barriga, como lo que se siente cuando vuestros padres os aúpan.

Dicho esto, Eren le dio las gracias a Mosca, se montó en el carro, y fue a casa de Emma, de la cual no se había olvidado, y había pensado durante todo ese tiempo.

Al llegar a la cabaña donde vivía Emma, llamó a la puerta, y le abrió el señor que se encontró en el molino, al cual se alegró de ver y le abrazó. El hombre, al recibir un olor diferente al de Eren cuando le conoció, ya que era ciego, no le reconoció, pero al oír su voz, y al volverse a presentar Eren, se acordó de inmediato, y llamó Emma a gritos, muy emocionado.

- ¡EMMA! ¡EREN, EL HOMBRE CON LA PIEL DE OSO, HA VUELTO! –gritó.

Desde la puerta de la cabaña, Eren escuchó unos pasos rápidos, y de repente vio frente a él, a la chica de la cual llevaba 2 años enamorado.

Emma, sin decir nada, le miró de arriba abajo, ya que con ese aspecto, no lo conocía, pero al saludarla Eren, estuvo completamente segura de que aquel joven tan guapo que tenía delante, era el mismo hombre que llegó un día a su casa, con un aspecto terrible, con una capa de oso y que un día, les prestó ayuda, siendo la persona que más generosidad les había mostrado nunca, hasta el punto de arreglarles la vida.

Tras echarle un vistazo, Emma le sonrió, y sacó de su bolsillo la mitad del corazón de piedra que había guardado con todo su cariño.

A Eren se le iluminó la cara, ya que eso significaba que Emma estaba aceptando su petición de boda, así que sacó su mitad del corazón de piedra, lo juntaron, y se abrazaron.

Y dibidibá, dibididú, QUE EL PRÓXIMO CUENTO LO CUENTES TÚ.

JUSTICICACIÓN:



A continuación hablaré de cómo son los niños de 6 años, para justificar por qué considero que esta adaptación es ideal dicha edad:

Siempre se ha considerado que el niño a partir de los 6 años empieza una nueva fase de la vida porque “empieza a razonar”. Los estudios científicos avalan el inicio de un cambio intelectual, que durará hasta los 11-12 años, y que Piaget denominó “periodo de las operaciones concretas”. En los años previos, el razonamiento del niño era más intuitivo, y presentaba un carácter cambiante y subjetivo. A partir de ahora, va aplicando las leyes lógicas a lo concreto.

Su lenguaje es ya muy desarrollado: tienden a hacer preguntas de forma incesante. El diálogo padre-hijo es fundamental para favorecer el desarrollo de su capacidad de reflexión. Sus preguntas deben ser contestadas y debemos razonar lo que decimos. De lo contrario, se dará cuenta de nuestra falta de juicio (o de nuestra injusticia, si se da el caso de que nuestra respuesta ha sido injusta) y podemos perder la confianza que tiene puesta en nosotros. Le encantará que le prestemos atención a todo lo que espontáneamente nos cuenta y, a su vez, puede generar rechazo el afán paterno de estar continuamente informado: “¿Qué has hecho? ¿A qué has jugado? ¿Qué has comido?”. Una pauta general aconsejable es estar disponible para hablar cuando él quiera hacerlo. Las preguntas generales y abiertas resultan más eficaces para el diálogo que las reiterativas. Pero tendremos que tener la delicadeza suficiente para respetar sus secretos y su deseo de intimidad.

El niño de 6 años es capaz de emitir juicios propios, que no tienen por qué coincidir con los de sus adultos de referencia.

A esta edad, los niños están en la etapa en la cual desarrollan el concepto de identidad individual y de autoestima, además de desarrollar una vida imaginativa fascinante, que a su vez les ayuda a entender lo real de lo ficticio. Es conveniente que le ayudemos a diferenciar estas situaciones.

Considero que el cuento es adecuado porque la narración es lineal, es decir, es de estructura fácil de seguir, no hay flashbacks, lo cual permite que su comprensión sea sencilla. Además de esto, como se puede observar, es un leguaje fácil de entender, con palabras que, en el caso de que no se sepan, enriquecen su vocabulario.

Por ejemplo, a la hora de poner palabras como “cobijo” o “pésimo” dudé en si serían adecuadas para esta edad, pero llegué a la conclusión de que sí lo era, ya que puede que los niños ya conozcan su significado, y en el caso de que no, les vendría bien para enriquecer su vocabulario, pero como bien dice en la información anterior, su lenguaje es muy desarrollado, por lo que no deberían tener problemas.

Como en todas las adaptaciones, se debe mantener una estructura básica, la cual consiste en el viaje iniciático del personaje, es decir, el desarrollo del personaje desde que es joven hasta que es adulto. En este caso, se siguen los siguientes puntos:
- Inicio: Eren no está contento con su situación y quiere cambiarla.
- Desarrollo: Las cosas por las que el protagonista pasa para conseguir su objetivo.
- Desenlace: Final de la historia donde el personaje consigue su objetivo o no. (En este caso, sí lo consigue).

En cuanto a los cambios más significativos que he realizado, destacaré que en vez del diablo, es una mosca mágica la que tiene el poder de concederle los tres deseos, he suprimido la parte de la religión (por eso de que en el cuento de los hermanos Grimm, el joven no podía rezar, además de no meter al diablo en esta historia), he cambiado la situación del protagonista, ya que en vez de ser como en la versión de los hermanos Grimm, este muchacho se llama Eren y vive solo y aburrido en una cabaña al lado de un bosque, y he suprimido como el protagonista iba escondiendo dinero para un futuro en todos los sitios que podía.

También he cegado al anciano que se encuentra en el molino, y he suprimido a la mayoría de su familia, dejándole solo con una hija, de la cual Eren se enamora. En la versión de los hermanos Grimm, el joven le da un anillo a su amada, mientras que en mi versión, Eren le regala una piedra con forma de corazón partido.

BIBLIOGRAFÍA:


domingo, 24 de abril de 2016

Actividad de clase

En esta entrada, describiré una actividad que realizamos en clase de LITERATURA INFANTIL el día 20/04/2016 en la Universidad La Salle.



En la clase anterior, nuestra profesora nos avisó de que debíamos ponernos en grupos de tres personas y elegir una de las siguientes opciones para cada uno: leer un libro, narración con libro y cuentacuentos.
- Para la lectura de un libro, sólo hacía falta traer un libro, el cual tenía que ser literario, y seguir su lectura mientras se van mostrando las imágenes.
- En el caso de la narración con libro, también era necesario llevar a clase un libro literario, pero esta vez, no podrá ser leído, sino que había que narrarlo con nuestras palabras, al mismo tiempo que se van mostrando las imágenes que el libro tiene.
- Y en el último caso, había que contar un cuento folclórico, sin ayudas visuales ni textuales que nos pudieran ayudar con su narración. Es decir, debíamos aprendernos en cuento.

En mi caso, mi grupo de tres estaba formado por Inma, Iván y yo, quienes decidimos que la mejor manera de escoger el papel que tenía que desarrollar cada uno era echarlo a suertes.

Para ser sincera, todos preferíamos el libro leído, ya que al tener el texto delante, a pesar de los cuentos son fáciles de contar y leer, siempre nos da seguridad tener el texto de apoyo, por si nos perdemos o nos ponemos nerviosos, además de que esto requiere menos preparación.
Obviamente, la estrategia que menos preferíamos era la de cuentacuentos (cuento folclórico), ya que era la más laboriosa y la que más preparación requería, pero tampoco pasaba nada si nos tocaba, ya que, en realidad, no considerábamos “mala” ninguna opción.

A mí me tocó la opción del libro narrado.    :D



Antes de la actividad, me informé de cómo debe realizarse la técnica de la narración con libros, que consiste básicamente en tener el libro delante, para que los niños a quienes se lo vas a contar puedan ver las imágenes del mismo, y en vez de leer lo que pone en cada página, describir la historia (sabiendo de lo que va el libro) según se vayan dando las imágenes, es decir, no se debe contar la historia ilustrándola con las imágenes, sino que se “cuentan” las ilustraciones, narrándolas, describiéndolas, apoyándose en los decorados, en los personajes, en los detalles de los gestos o movimientos…etc.

La narración con libro es una “narración”, no una lectura, aunque haya quienes prefieran leer los libros con apoyo gráfico para trabajar la secuenciación de imágenes y el razonamiento icónico, debido a que la narración con libro está pensada, fundamentalmente, para trabajar la decodificación gráfica e icónica.

La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes.

En esta actividad, al tener que contarles el cuento a tres personas, el tamaño de éste no tenía por qué ser grande, ya que al ser pocos, un libro de tamaño medio podría servir, por eso, escogí el libro sobre el que escribí en la primera entrada de este blog: “Un poco perdido” de Chris Haughton, el cual considero ideal para la edad de 2-3 años (como expliqué, como ya he dicho, en la primera entrada del blog), ya que, como aún lo tenía por casa, pues pensé: “Como éste ya me lo he leído, y hasta lo he analizado, lo llevo y se lo cuento a mis compañeros, y así aprovecho y se lo devuelvo a mi profesora, que fue quien me lo prestó”.

Esto, si estuviera en una clase de Infantil, no podría haberlo hecho, ya que la manera más común de leer un libro es poniendo a los alumnos en corro o sentados frente a ti (en el caso de mis prácticas los cuentos se contaban en el espacio del tatami, donde se realizaba la asamblea), y con el libro que había escogido solo podrían ver las imágenes aquellos que estuvieran colocados frente a mí y en primera fila, ya que es un libro de tamaño mediano, por lo que tendría que haber elegido otro o contarlo en grupos reducidos.

En cuanto a la preparación, me repasé la historia del libro el día de antes de la actividad, pero no lo ensayé como es debido con nadie, ni delante del espejo, simplemente pensé en dejarme llevar y contarlo lo mejor que podía en clase.



En el momento de realizar la actividad práctica en clase, como nos faltó uno, tuvimos que acoplarnos con otro grupo, y cada uno se dispuso a contar su cuento.

La primera vez, comencé yo, contando mi cuento a Silvia, Emi, e Iván. La verdad es que romper el hielo siempre da un poco de vergüenza, y más si vas a contar un cuento para niños a adultos, como si de niños se tratasen, las siguientes veces en las que me tocó con diferentes personas, fueron empezando ellos.

Al principio, para introducir en cuento les dije algo así como “Buenos días, os voy a contar un cuento que se llama Un poco perdido, pero para ello, hay que pedirle permiso al libro” y comencé a decir: “Libro por favor, ábrete”, y como no me hacía caso, les pedí- entre risas por la vergüenza -a mis compañeros que me ayudaran, con lo que ellos, entre risas también, me ayudaron a pedirle al libro que se abriera.

Una vez que comencé la narración, procuré no leer ni una sola palabra de las que en el libro aparecían, ya que me sabía perfectamente el argumento de la historia, y la verdad es que no me había preparado ningún guion, sino que el narrarlo fue más bien improvisado, mientras señalaba los elementos a los que me iba refiriendo y cuidando la entonación todo lo que podía, para que fuese clara y atractiva.

Jugaba también con mis compañeros, a preguntarles “¿es esta la mamá del pequeño búho?” cuando la ardilla en su intento de ayudar al pequeño búho a encontrar a su mamá nos llevaba a personajes como un oso, un conejo o una rana, para que ellos respondieran que no. La verdad es que participaron de manera muy positiva.

Cada vez que acababa de contarlo, mis compañeros me daban algunos consejos y opinaban sobre como lo había hecho y qué aspectos podía mejorar, al igual que hacía yo con ellos cuando acababan su lectura/narración.
De entre los comentarios que me dieron se podría destacar los siguientes:
- Ir más despacio, debido a que mi ritmo era adecuado para mis compañeros, pero para contárselo a niños de 2-3 años podría resultar complicado.
- Poner voces a los personajes, para que así los propios niños puedan notar cuando se hablan los distintos personajes, aunque después se lo vayamos a decir.
- Podría preguntar cosas como: “¿Qué creéis que pasará ahora?”
- Como se trataba de una narración, podía “cambiarla” un poco a mi antojo, y me aconsejaron que en vez de decir que “todos se fueron al nido a comer galletas”, lo cambiara por “comer alpiste” o algo así, lo cual resultaba más real.

En cuanto a las cosas buenas que creo que he realizado en mi narración, podría destacar la entonación, ya que procuré que fuera lo menos monótona posible, y la teatralicé un poco (tampoco mucho, me daba vergüenza). Además, hice participar a mis compañeros en distintas ocasiones, y por supuesto, no leí nada de lo que estaba escrito en el libro, si acaso, algunas onomatopeyas.

Creo que podría mejorar la teatralización de mi lectura. La verdad es que nunca antes había contado un cuento y me daba bastante corte hacerlo delante de dos o tres personas adultas, por mucho que fueran de mi clase, ya que no eran mi grupo de amigas, por lo que hacer el ridículo daba más impresión y a veces entraba la risa, pero solo al empezar a contarlo, luego, una vez que estaba roto el hielo, seguía el cuento con normalidad.

Desde luego, creo que delante de los niños lo habría hecho mejor, porque no es lo mismo contarle un cuento a tus semejantes que a tus alumnos o a cualquier niño.
Con los niños, habría teatralizado más porque no me daría tanto corte, además de exagerar más las palabras como “GRAAAANDE”, “puntiagudas”…etc, así como los gestos, para que los propios niños puedan hacerlos conmigo.
Se supone que ellos mismos te imitan cuando haces los gestos, pero en el caso de que no lo hagan, siempre podría preguntarles “¿A ver como hacéis GRAAANDE?”

Además, iría señalando más los personajes, hablando de forma más calmada, cambiando las voces de los personajes, representando las emociones con el rostro (alegría, preocupación, sorpresa…etc.) a la hora de contar lo que en el cuento pasa, como cuando encuentran a mamá búho, o la ardilla le lleva ante animales que no son su mamá…etc.

Considero que con el tiempo los cuentos se aprenden a contar mejor, ya que, como con todo, la práctica hace que vayamos cogiendo soltura y aprendamos a hacerlo, a pesar de que a los niños los cuentos les van a gustar los cuentes como los cuentes.

Otra cosa que podría hacer es que mientras que voy narrando el cuento, sean los propios niños los que improvisen los movimientos y las acciones de los personajes cuando la narración lo requiera. Claro que, como narradora, es mi deber estar atenta para motivar animar y guiar dicha representación.

Considero buena la estrategia de narrar el cuento, ya que favorece el juego simbólico, la identificación con los personajes y la comprensión de las acciones.

En cuanto a la realización del taller, lo considero una buena práctica, porque nunca sabes verdaderamente como contar bien un cuento sin ponerlo en práctica, y aunque en mi opinión no lo he hecho mal, sé que se necesita mucha práctica para hacerlo correctamente.

Además, he podido fijarme en estrategias que el resto de mis compañeros utilizaban, y en ocasiones pude encontrarme con algunas parecidas, decidiendo quedarme con las que más me gustaban.
Por ejemplo, Marta hizo una que me gustó mucho que consistía en lo siguiente:
Nos decía (a las personas a las que tenía que contarnos el libro) que nos iba a contar un libro, pero antes de abrirlo actuaba como si el libro no le dejara abrirlo, y nos decía que teníamos que pedirle permiso, acto seguido nos lo ponía delante y nos animaba a darle unos golpecitos para que el libro “se despertara”, y después lo repetía ella y decía, muy calmadamente y como en un susurro: “Vale, ahora sí nos deja abrirlo…” y comenzó su lectura tras decirnos el título del libro.

También, pude escuchar distintas entonaciones a la hora de relatar un cuento, las cuales pude ir aplicando las siguientes veces que relataba el cuento, aunque he de confesar que después de contarlo varias veces ya no me lo curraba tanto, porque estaba cansada y además me dolía la cabeza, debido al barullo.

Quitando eso, la actividad me encantó, ya que además de conocer la teoría sobre cómo contar de manera correcta un cuento, pude ponerla en práctica, cosa que, parece fácil, pero no lo es. Al menos para mí.

Me gustaría que llegue el día en el que sepa contar cuentos a los niños y tener la sensación de que verdaderamente lo he hecho bien. Espero que para la próxima me salga mejor, e ir mejorando poco a poco.

¡NOSOTR@S PODEMOS!


lunes, 11 de abril de 2016

ADAPTACIÓN: "El hombre de la piel de oso" (Cuento folklórico)

En esta entrada, voy a hacer una adaptación sobre un cuento que se titula “El hombre con la piel de oso”, enfocado a niños de 5-6 años.


Para quien no lo conozca, es un cuento sacado de los libros de los hermanos Grimm, el cual podéis leer en la siguiente página, o bien lo podéis buscar en sus libros. (Teniendo cuidado de que al mirar sus libros no sean adaptaciones, sino que sean traducciones, de manera que lo podréis leer tal y como lo contaron ellos).

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ale/grimm/el_hombre_de_la_piel_de_oso.htm

Los grandes clásicos de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. Sus adaptaciones suelen responder con bastante fidelidad a las versiones recopiladas inicialmente y, por ello, son los textos más estudiados y más utilizados en la educación de los niños.

Jacob (1785-1863) y Wilheim (1786-1859) Grimm, procedían de familia asentada; recibieron una rígida educación religiosa, se les inculcó el amor a su patria y el respeto a sus instituciones y gobernantes. Estudiaron derecho y alcanzaron fama en el terreno científico, pero lo que les llevó al éxito fueron sus Cuentos del Niño y del Hogar. El papel de los hermanos Grimm es fundamental en la historia de los cuentos de hadas, ya que crearon una de las recopilaciones más importantes del mundo con un primer afán meramente censervacionista, fruto de su ideología romántica y nacionalista.

La primera selección se publicó en 1812, pero siguieron haciéndose versiones y adiciones hasta mitad del siglo XIX. La recopilación final llegó a tener 200 historias. Los hermanos Grimm eran historiadores muy precisos al redactar los cuentos de hadas y muy respetuosos con las tradiciones populares. En la primera edición, fueron fieles a las fuentes orales tratando de realizar la más grande recopilación de cuentos folclóricos alemanes (aunque el tiempo ha demostrado que sus relatos son más europeos que meramente germánicos); posteriormente, a partir de la 3ª edición, los Grimm acabaron adaptando los relatos al gusto y conveniencia de su público más fiel que era el infantil (niños de a partir de 8 años): finales felices, sustitución de horribles castigos por otros menos impactantes, eliminación de elementos morbosos...

El objetivo original que perseguían, a través de su labor investigadora de recopilación de los cuentos populares y de otros trabajos lingüísticos y literarios, era el de devolver al pueblo alemán su lengua, su gramática, su historia y su tesoro léxico. Su literatura era para todos los públicos: no se dirigía al niño, al adulto o al anciano concretamente, sino que se trata de una literatura colectiva del pueblo para el pueblo.

Aun así, sus cuentos tuvieron mayor aceptación entre los niños y se tuvieron que llevar a cabo modificaciones en el estilo, forma y contenido. Las adaptaciones, hechas en su mayoría por Wilhem, ya que Jacob se oponía, se producían cada vez más pensando en los niños y así salió una nueva edición en 1819.

Pero lo que culminó en una auténtica literatura infantil fue la tercera edición, que supuso el comienzo del “género Grimm” o género típico alemán. Los Grimm tienen dos características que diferencian los suyos de otros cuentos adaptados y los hacen idóneos para el público infantil: una visión optimista muy marcada (ya que el desenlace es casi siempre satisfactorio) y un proceso muy sencillo de identificación con el héroe, que permite que el niño quiera convertirse en el protagonista.

Los cuentos fantásticos recopilados y adaptados por los hermanos Grimm se mueven en el terreno del mundo mágico y maravilloso, un mundo que no tiene nada que ver con la realidad y que no conoce para nada los conceptos de espacio y tiempo.

Para más información, os dejo el siguiente enlace:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/grimm.htm

Dicho esto, comenzaré mi propia adaptación de "El hombre de la piel de oso". 

¡ESPERO QUE OS GUSTE!

Érase una vez, un joven llamado Eren, el cual vivía en una pequeña cabaña adentrada en un bosque. Eren no tenía familia y llevaba viviendo allí solo desde que tenía memoria, pero se las apañaba bastante bien, a pesar de que se sentía muy solo.

Como siempre había pasado toda su vida en esa cabaña, decidió que igual era hora de cambiar de vida, ya que se aburría mucho sin nadie con quien hablar, y se atrevió ir al pueblo más cercano para buscar trabajo.

Una vez allí, recorrió el pueblo en busca de algún oficio, pero por desgracia, todos los trabajos del pueblo estaban cogidos, ya que era un pueblo dedicado al cultivo, y cada familia cultivaba una cosa: Los Martínez cultivaban patatas, los Vadillo cultivaban tomates, los Codesal lechugas… por lo que, al no permanecer Eren a ninguna familia, los habitantes del pueblo no le querían dar trabajo.

Eren, al sentirse rechazado por todas las familias del pueblo, volvió al bosque, y antes de llegar a su cabaña, se sentó en una roca grande, la cual estaba sobre las aguas de un riachuelo y comenzó a llorar, ya que él, aparte de querer un trabajo, lo que siempre había querido es tener una familia, porque desde bien pequeño había vivido solo.

Mientras Eren lloraba, éste pudo escuchar cómo una voz bastante aguda le preguntaba que qué le pasaba. Al darse cuenta, Eren se secó las lágrimas de los ojos, y miró a su alrededor, pero no vió a nadie, por lo que pensó que la voz que la hablaba eran imaginaciones suyas, pero acto seguido volvió a escuchar la misma voz aguda:

- ¡Aquí abajo! ¡Sobre tu pierna! – dijo la voz

Eren miró su pierna y efectivamente, ahí había algo, ¡UNA MOSCA DE COLOR VERDE RUBÍ!

La mosca, le preguntó que por qué lloraba y él le explicó la situación, a lo que la mosca dijo:

- ¡Pues es tu día de suerte! -dijo la mosca- me llamo Mosca, y soy una mosca mágica. Como he visto que tu corazón es puro y tus intenciones buenas, puedo concederte tres deseos.

- Deseo una familia, dinero y…

- ¡ESPERA!-interrumpió la mosca- antes de concederte los tres deseos, tengo que advertirte que tendrás que pasar una prueba. ¿Aceptas?

Eren se lo tuvo que pensar un momento, ya que no tenía ni idea de que prueba iba a ser, pero como no tenía nada que perder, aceptó.

- Perfecto –dijo Mosca- la prueba consistirá en lo siguiente: ¿Ves esa piel de oso que hay al otro lado del rio? -Eren asintió- Pues debes ponértela a modo de capa. En estas pieles, hay un bolsillo mágico, donde cada vez que metas la mano, sacarás toooooodo el dinero que desees. Además de eso, hay más condiciones: no podrás lavarte, ni arreglarte, ni peinarte, ni cortarte el pelo, NADA DE NADA; no podrás dormir en el mismo sitio más de una noche, y deberás encontrar el amor verdadero.

Eren parecía conforme con las instrucciones, pero Mosca aún tenía más condiciones:

- Si no lo consigues, te convertirás en mosca, como yo, y no podrás volver a tu forma humana nunca más.

Aunque esto último no le hizo muchas gracia a Eren, ya que no quería pasarse el resto de su vida con forma de mosca, preguntó:

- ¿Durante cuánto tiempo debo estar vestido de oso, sin poder asearme, sin dormir en el mismo sitio más de una noche y buscando el amor verdadero?

- Durante 5 años- respondió Mosca- ¿Es demasiado para ti?

Tras una breve pausa debido a la duda de Eren, éste dijo:

- No, no, está bien, acepto.

- Bien, dentro de 5 años nos reuniremos aquí, y si has superado la prueba, te concederé los tres deseos.- Mosca alzó el vuelo desde su pierna hasta su nariz y le dijo en tono serio- Debes saber, que si mientes lo sabré, ya que te estaré observando durante ese tiempo.

Eren le prometió que cumpliría con todas las condiciones, ya que deseaba con todo su ser poder tener una familia, un trabajo, y el suficiente dinero para poder vivir cómodamente.

Mosca, sin decir nada, levantó el vuelo, y mientras se alejaba volando, gritó “Ponte la piel de osoooooo” mientras desaparecía entre los árboles.

Acto seguido, Eren se acercó a la piel, se la puso y quiso probar a ver si era cierto que de los bolsillos podía sacar dinero, así que metió la mano en el bolsillo y… ¡EFECTIVAMENTE! Sacó un puñado de dinero, el cual llevó a su casa y lo guardó.

Como podía sacar todo el dinero que quisiera, decidió que se recorrería el mundo, ayudando a las personas que lo necesitaran, y así lo hizo.

Cuando pasaron 6 meses, el olor era soportable, y sus pintas, a pesar de notarse que no se aseaba, ya que olía mal, tenía el pelo super descuidado, las ropas sucias, las uñas largas y asquerosas… la gente le adoraba, ya que ayudaba a todas y cada una de las personas que se encontraba. Todos le ofrecían cobijo, y respetaban su costumbre de no asearse.

Pasados 3 años, la situación cambió radicalmente. Eren estaba tremendamente asqueroso, se le pegaron las ropas a la piel debido al sudor, le seguían las moscas, tenía el pelo muy largo y enredado, la gente huía de él, y algunos hasta le tiraban piedras, ya que estaba tan tan tan feo, que daba la impresión de que fuera una horrible bestia.

Nadie quería estar cerca de él, a pesar de que él pudiera ayudarles, nadie le ofrecía cobijo, sino que tenía que dormir en la calle, buscando cualquier rincón que le sirviera, y nunca repitiendo de sitio, como había pactado con Mosca.

Un buen día, encontró cobijo en un molino que parecía abandonado, debido a su pésimo estado, ya que se encontraba casi destruido, no funcionada y estaba muy sucio. Al parecer, no había nadie dentro del molino, pero mientras que Eren buscaba un rinconcito agradable donde dormir, escuchó a una persona llorar.

Cuando se acercó, encontró un señor llorando. Al acercarse, el señor preguntó:

- ¿Quién anda ahí?

A Eren le sorprendió que el señor se diera cuenta de que estaba ahí, ya que no había hecho ningún ruido, pero después se dio cuenta de que, al llevar tantíiiisimo tiempo sin ducharse, era el olor el que le había delatado, un olor al que él prácticamente ya se había acostumbrado.

- Me llamo Eren, no te asustes por favor.

- ¿Por qué iba a asustarme?

Cuando Eren tuvo la oportunidad de verle la cara, descubrió que el señor era ciego. Por eso no se asustó al verle. Aunque por sus gestos, pudo percibir como notaba su mal olor.

- ¿Por qué lloras?- le preguntó Eren.

El señor le explicó que su situación familiar iba fatal, ya que su molino, en el cual se encontraban, se había roto, que no podía conseguir trabajo, y que no podía alimentar a su hija porque no tenía dinero y no sabía qué hacer.

- ¡No te preocupes! Yo te puedo ayudar.

- ¿Cómo me vas a poder ayudar? Por tu olor deduzco que tampoco tienes mucho dinero. Si lo tuvieras podrías asearte y no tener que adentrarte en molinos viejos e inútiles buscando donde poder quedarte y dormir.

Al decir esto, Eren la explicó su situación. Le contó lo que le pasó con Mosca y que no se podía asear. Además de decirle que no podía dormir en el mismo sitio y que debía encontrar el amor verdadero.

El señor, no se lo podía acabar de creer, así que pare demostrárselo, Eren metió la mano en el bolsillo y sacó dinero suficiente como para arreglar el molino.

El señor, como era ciego, cogió el dinero con sus manos, lo olió y se aseguró de que verdaderamente era dinero.

Tras esto, se puso a llorar de alegría y le dijo que no tenía palabras de agradecimiento suficientes, así que, le invitó a su casa a cenar, y a que se quedara, solo por una noche, como debía ser, a dormir.

Eren, aceptó, puesto que le hizo mucha ilusión que por fin alguien se portara bien con él, así que muy agradecido, se dejó guiar por el señor, que le llevó a una pequeña casita, muy humilde, donde le presentó a su hija, Emma, una joven de su edad, de pelo negro y ojos color aceituna.

Eren, al verla, pensó que era la mujer más hermosa que jamás había visto, y se enamoró al instante.
Durante la cena, conversaron los tres, y pasaron una noche muy divertida, donde se contaban sus vidas, se reían e incluso jugaban a juegos de mesa.

A Eren le sorprendió que a pesar de su olor y su aspecto, Emma le hubiera aceptado tan bien, así que se lo preguntó, y Emma le respondió que su padre la había educado de manera que no debía juzgar a nadie por su aspecto ni olor, sino que se debe conocer a las personas.

A medida que pasaban las horas, Eren cada vez se enamoraba más de Emma, ya que era una chica que tenía muy buen tema de conversación, era inteligente, era divertida… lo tenía todo. Y al parecer, Emma también se sentía muy a gusto con Eren.

Al acabar la noche, cuando se fueron a dormir, Eren salió al jardín en busca de una piedra, a la que luego, con unos utensilios que habían en la casa, la dio forma de corazón.

A la mañana siguiente, antes de irse, se despidió como es debido de la familia, dejándoles un montón de dinero que sacó de su bolsillo, lo suficiente como para que pudieran vivir una vida cómoda y que no les faltara de nada.

Y antes de irse, le enseñó a Emma la piedra que había tallado la noche anterior, cuando ella fue a agarrar la piedra con forma de corazón, Eren le dio un golpe seco contra el suelo y la rompió por la mitad, quedando un corazón partido.

Emma se quedó callada y con cara de sorpresa, ya que no esperaba que Eren fuera a romper la piedra tan bonita que tenía en sus manos.

- Emma, te doy esta mitad de la piedra, y me voy a quedar yo con esta otra. Como aún me quedan 2 años más para acabar de cumplir el pacto con Mosca, volveré aquí a por ti, a pedirte que seas mi esposa y que te cases conmigo. Guarda la mitad del corazón, y si cuando vuelva aceptas, me harías el hombre más feliz del mundo.

 A Emma este detalle le hizo mucha ilusión, y le prometió que le esperaría, a lo que Eren, con su horrible apariencia, se marchó y prosiguió viajando, ayudando a la gente, y buscando lugares donde dormir, como había hecho los 3 años anteriores.

Pasados los 5 años, volvió al lugar donde se encontró con Mosca, ya que, a pesar de haberlo pasado mal, había cumplido con su promesa.

Cuando llegó a la gran roca que estaba al lado del riachuelo, se encontró con que efectivamente ahí estaba la mosca, posada tranquilamente sobre una flor que había crecido al lado de la roca.

- He vuelto, y he hecho exactamente lo que me pediste. –dijo Eren, orgulloso.

- Ya veo, te he estado siguiendo y efectivamente no me has engañado. Ya puedes quitarte la piel de oso y asearte, pero antes, debes decirme que 3 deseos quieres que te conceda.

- De acuerdo –dijo Eren muy contento- Para empezar, deseo que me limpies y me devuelvas a mi estado natural, es decir, a como me encontraste la primera vez que me viste.

Acto seguido, Mosca movió las alas, y las ropas y la apariencia de Eren cambiaron al instante, dejándolo exactamente como le encontró.

- Gracias –dijo Eren- para mi segundo deseo, voy a pedir un bonito carro, con un caballo blanco de negros y largos cabellos.

Y efectivamente, tras el aleteo de alas de Mosca, Eren tenía ante sus ojos el carro de sus sueños, con el caballo más bonito del mundo.

- Y por último, deseo salud y felicidad para mí y para los que me rodeen, es decir, para mis seres queridos.- dijo pensando en Emma.

Mosca aleteó las alas una vez más. Esta vez no hubo cambios en el aspecto de Eren, ni vieron aparecer ante sus ojos nada, simplemente Eren notó cosquilleo en la barriga, como lo que se siente cuando vuestros padres os aúpan.

Dicho esto, Eren le dio las gracias a Mosca, se montó en el carro, y fue a casa de Emma, de la cual no se había olvidado, y había pensado durante todo ese tiempo.

Al llegar a la cabaña donde vivía Emma, llamó a la puerta, y le abrió el señor que se encontró en el molino, al cual se alegró de ver y le abrazó. El hombre, al recibir un olor diferente al de Eren cuando le conoció, ya que era ciego, no le reconoció, pero al oír su voz, y al volverse a presentar Eren, se acordó de inmediato, y llamó Emma a gritos, muy emocionado.

- ¡EMMA! ¡EREN, EL HOMBRE CON LA PIEL DE OSO, HA VUELTO! –gritó.

Desde la puerta de la cabaña, Eren escuchó unos pasos rápidos, y de repente vio frente a él, a la chica de la cual llevaba 2 años enamorado.

Emma, sin decir nada, le miró de arriba abajo, ya que con ese aspecto, no lo conocía, pero al saludarla Eren, estuvo completamente segura de que aquel joven tan guapo que tenía delante, era el mismo hombre que llegó un día a su casa, con un aspecto terrible, con una capa de oso y que les dejó un montón de dinero, y con el que se lo pasó tan bien.

Tras echarle un vistazo, Emma le sonrió, y sacó de su bolsillo la mitad del corazón de piedra que había guardado con todo su cariño.

A Eren se le iluminó la cara, ya que eso significaba que Emma estaba aceptando su petición de boda, así que sacó su mitad del corazón de piedra, lo juntaron, y se abrazaron.

Y dibidibá, dibididú, QUE EL PRÓXIMO CUENTO LO CUENTES TÚ.

JUSTIFICACIÓN:



A continuación hablaré de cómo son los niños de 5-6 años, para justificar por qué considero que esta adaptación es ideal para dicha edad:

Siempre se ha considerado que el niño a partir de los 6 años empieza una nueva fase de la vida porque “empieza a razonar”. Los estudios científicos avalan el inicio de un cambio intelectual, que durará hasta los 11-12 años, y que Piaget denominó “periodo de las operaciones concretas”. En los años previos, el razonamiento del niño era más intuitivo, y presentaba un carácter cambiante y subjetivo. A partir de ahora, va aplicando las leyes lógicas a lo concreto.

Su lenguaje es ya muy desarrollado: tienden a hacer preguntas de forma incesante. El diálogo padre-hijo es fundamental para favorecer el desarrollo de su capacidad de reflexión. Sus preguntas deben ser contestadas y debemos razonar lo que decimos. De lo contrario, se dará cuenta de nuestra falta de juicio (o de nuestra injusticia, si se da el caso de que nuestra respuesta ha sido injusta) y podemos perder la confianza que tiene puesta en nosotros. Le encantará que le prestemos atención a todo lo que espontáneamente nos cuenta y, a su vez, puede generar rechazo el afán paterno de estar continuamente informado: “¿Qué has hecho? ¿A qué has jugado? ¿Qué has comido?”. Una pauta general aconsejable es estar disponible para hablar cuando él quiera hacerlo. Las preguntas generales y abiertas resultan más eficaces para el diálogo que las reiterativas. Pero tendremos que tener la delicadeza suficiente para respetar sus secretos y su deseo de intimidad.

El niño de 6 años es capaz de emitir juicios propios, que no tienen por qué coincidir con los de sus adultos de referencia.

A esta edad, los niños están en la etapa en la cual desarrollan el concepto de identidad individual y de autoestima, además de desarrollar una vida imaginativa fascinante, que a su vez les ayuda a entender lo real de lo ficticio. Es conveniente que le ayudemos a diferenciar estas situaciones.

Considero que el cuento es adecuado porque la narración es lineal, es decir, es de estructura fácil de seguir, no hay flashbacks, lo cual permite que su comprensión sea sencilla. Además de esto, como se puede observar, es un leguaje fácil de entender, con palabras que, en el caso de que no se sepan, enriquecen su vocabulario.

Por ejemplo, a la hora de poner palabras como “cobijo” o “pésimo” dudé en si serían adecuadas para esta edad, pero llegué a la conclusión de que sí lo era, ya que puede que los niños ya conozcan su significado, y en el caso de que no, les vendría bien para enriquecer su vocabulario, pero como bien dice en la información anterior, su lenguaje es muy desarrollado, por lo que no deberían tener problemas.

Como en todas las adaptaciones, se debe mantener una estructura básica, la cual consiste en el viaje iniciático del personaje, es decir, el desarrollo del personaje desde que es joven hasta que es adulto. En este caso, se siguen los siguientes puntos:
- Inicio: Eren no está contento con su situación y quiere cambiarla.
- Desarrollo: Las cosas por las que el protagonista pasa para conseguir su objetivo.
- Desenlace: Final de la historia donde el personaje consigue su objetivo o no. (En este caso, sí lo consigue).

En cuanto a los cambios más significativos que he realizado, destacaré que en vez del diablo, es una mosca mágica la que tiene el poder de concederle los tres deseos, he suprimido la parte de la religión (por eso de que en el cuento de los hermanos Grimm, el joven no podía rezar, además de no meter al diablo en esta historia), he cambiado la situación del protagonista, ya que en vez de ser como en la versión de los hermanos Grimm, este muchacho se llama Eren y vive solo y aburrido en una cabaña al lado de un bosque, y he suprimido como el protagonista iba escondiendo dinero para un futuro en todos los sitios que podía.

También he cegado al anciano que se encuentra en el molino, y he suprimido a la mayoría de su familia, dejándole solo con una hija, de la cual Eren se enamora. En la versión de los hermanos Grimm, el joven le da un anillo a su amada, mientras que en mi versión, Eren le regala una piedra con forma de corazón partido.

BIBLIOGRAFÍA:

viernes, 8 de abril de 2016

Los tiempos cambian, las historias también.

En esta entrada, me gustaría comentar el artículo "modelos de infancia" escrito por Anabel Sáiz Ripoll, en el cual comenta cómo el comportamiento de los niños (en los cuentos), según como evolucionaba la sociedad a lo largo del siglo XX.

Antes de nada, me gustaría explicar que al hablar de modelos de infancia, se refiere a cómo eran los niños, sus comportamientos, su forma de vivir, cómo pasaban el tiempo…etc.

Para que el niño se identifique con la historia que se narra, es necesario que esta le resulte familiar, es decir, que sean experiencias que viva el niño diariamente para que se puede sentirse identificado.

Bien, pues dicho esto, empezaré mi reflexión resaltando que la literatura infantil parte de los temas que al adulto le interesan, es decir, esta literatura va encaminada según los adultos piensen en cómo debe ser y comportarse un niño.

Como bien sabemos todos, los tiempos cambian, y los modelos de infancia, de los que habla el artículo, también, lo que pasa, es que en las primeras décadas, el modelo que se ofrece al niño no es un modelo realista, ya que, los niños, en ningún momento son niños que no juegan, ni son niños que tengan un comportamiento ejemplar, ya que eso es imposible. Sea la época que sea, los niños nunca dejan de ser niños. Y como niños se comportan, son sus buenos y malos comportamientos.

Digo esto porque, en el artículo, se habla de cómo a lo largo del siglo XX se van dando los siguientes cambios:
- De 1875 a 1902 se daba el modelo de niño ejemplar, es decir, aquel que es bueno con sus padres, amable con los desconocidos, estudioso, aplicado y caritativo con los pobres, persiguiendo el único fin de ser bueno, como se puede ver en los Cuentos de Calleja.
- De 1902 a 1939 de daba el modelo de niño sumiso, el cual acepta cualquier mandato, que tienen que responder como adulto, siendo estos quienes dirigen la vida y el futuro de los niños, como se puede ver en El Camarada.
- Del 1939 al 1950 se puede identificar el modelo de niño travieso, donde el/la protagonista vive en un mundo real y vive una serie de aventuras, las cuales le ayudan a comprender la sociedad adulta. Esto se puede ver en Antoñita la fantástica.
- De 1951 a 1962, se adopta el modelo de niño travieso-ejemplar, en el cual se utiliza niños traviesos, con las reacciones típicas de niños de la edad, uniendo aspectos de las dos décadas anteriores, como se puede ver en Marcelino Pan y Vino.
- De 1962 a 1973, se adopta el modelo de niño rebelde, ya que en la década de los 60 se dio paso a una etapa de apertura y optimismo en la sociedad. En este modelo, el protagonista empieza a ser un niño más pícaro, como se puede ver en El polizón de Ulises, donde éste se reserva para sí una parte de su personalidad.
- Finalmente, de 1973 al 1985, se dio un modelo de niño independiente, el cual tiene la capacidad suficiente para hacerse oír entre los demás, y lo exige, como se puede ver en La ciudad que tenía de todo.

Por todo esto, se puede observar un caro cambio en la literatura, conforme la sociedad va cambiando. Es decir, donde hay una sociedad cerrada, hay un niño sumiso, que a medida que la sociedad se va modernizando, pasa por una serie de cambios, propias de la época en la que se sitúe, hasta llegar a un modelo de niño independiente, actuando la literatura de esta manera como reflejo del mundo.

Pienso que este cambio se ve en la literatura, ya que las personas contaban historias basadas en su forma de vida, es decir, su ideología, lo “normal” para la época en la que se encuentran…etc.

Lo mismo pasa con la forma de ser de los niños. Personalmente, he podido observar como el comportamiento de los niños cambia a lo largo de los años. Antes los niños eran más disciplinados, se comportaban diferente en muchos aspectos.

Mis abuelos, sin ir más lejos, siempre me han comentado que la actitud que los jóvenes tenemos ahora, en su época era impensable, ya que eran mucho más educados con sus mayores, con las visitas, jugaban a otras cosas (pero eso lo atribuyo a los avances tecnológicos), se dirigían a los adultos de otra forma, si llegaban visitas se levantaban a saludarles y se quedaban en el cuarto donde la visita estuviera, aunque esta no les interesara lo más mínimo…etc. Estaban educados de forma diferente, no mejor ni peor, diferente, y con ellos, los personajes de sus historias favoritas.

Así que, si se piensa bien, estos cambios son lógicos, ¿no os parece?

Si alguien, después de esta lectura, quiere dejar un comentario contando lo que opina, lo que siente, su opinión o lo que sea, QUE SEA BIENVENIDO/A.